El Primero de Mayo Día Internacional de los Trabajadores y sus reinvindicaciones sociales y económicas.

Por: Jorge Ancizar Cabrera Reyes.

"Aquel que trabaja con sus manos es un labrador; aquel que trabaja con sus manos y su mente es un artesano; aquel que trabaja con sus manos, su mente y su corazón es un artista."San Francisco de Asis.

"Y así como los pueblos sin dignidad son rebaños, los individuos sin ella son esclavos" José Ingenieros.

La conmemoración del Primero de Mayo data desde el año 1886 en memoria de "los mártires de Chicago" Estados Unidos, que con las huelgas lograron  la jornada laboral y la correspondiente promulgación de la ley  de 8 las  horas de trabajo,  desde ahí la clase obrera y trabajadora ha venido luchando por sus reinvindicaciones laborales.

La dignidad humana es un derecho innato de cada persona y es inviolable, como está fundamentado en el Estado Social de Derecho, donde se privilegia aquellos que son inalienables, como: los derechos fundamentales, civiles, políticos, sociales, económicos, culturales y colectivos, que en  el derecho  universal han sido protegidos en normas supranacionales con la creación de instrumentos jurídicos y de instituciones como, la Organización de Naciones Unidas y en este caso destacar la Organización Internacional del Trabajo que fue fundada en el año 1919, en el Tratado de Versalles que logró terminar con la Primera Guerra Mundial y de la cual hacen parte integral 187 Estados y uno de sus objetivos es: "La promoción de los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo, formular políticas y elaborar programas que promuevan el trabajo decente de hombre y mujeres". 

Igualmente, hay que resaltar la labor de los Organismos gubernamentales y no gubernamentales  dedicados  a velar por la efectividad de estos derechos al trabajo digno y  bien remunerado,  que también está contemplado en Colombia en nuestro ordenamiento constitucional de 1991,  en su Preámbulo e igualmente en el Artículo 25 que reza: "El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas".

En otro aspecto de la lucha social hay que tener presente que el Campesino trabaja sin descanso haciendo  producir y transformando  la tierra para beneficio de todos, el Comité Consultivo de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, en su Asamblea del 24 de agosto del año 2012 aprobó por unanimidad la Declaración de Derechos Fundamentales de los Campesinos en todo el mundo, para dignificar su labor diaria que realiza en el campo, con su muy duro trabajo.

El Gobierno colombiano no lo ha hecho  y no  procedido  a tramitar su ratificación por considerar que no había "precisión en el concepto de campesino y de sus derechos", o sea que los Campesinos colombianos no tienen aún todavía el reconocimiento de sus derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Fundamentales de los Campesinos de las Naciones Unidas.

Hay que perseverar con la lucha y el  derecho constitucional a la protesta social para un mejor bienestar y protección de la clase trabajadora y obrera, al sindicalismo legalizado y a los pobres del campo para que también se les reconozcan sus derechos y puedan acceder  a tener un régimen prestacional y salarial.

En Colombia  hay que impulsar con ahínco más políticas públicas que procuren: la justicia social, la inclusión, la participación política, la igualdad y la erradicación del hambre y  la pobreza,  garantizando su escala móvil  salarial y el Estatuto del  Trabajo del artículo  5 de la Constitución politica de 1991, y además, trabajando por la protección de los derechos humanos y ambientales e igualmente, insistiendo  por la paz y   la no violencia.  Para vivir   en libertad, en mejor democracia y reconciliados, y  para decir con el premio Nobel de Paz, Nelson Mandela: "Una nación no debe juzgarse por como trata a sus  ciudadanos con mejor posición, sino como trata a los que tienen poco o nada".

Hoy es un día histórico para que la sociedad civil, las organizaciones sociales, sindicales, campesinas, indígenas, afrodescendientes y las autoridades locales, regionales y nacionales nos  mantengamos  unidos para continuar defendiendo nuestra patria y los  derechos fundamentales de la inmensa mayoría de la población colombiana, que según las cifras del Departamento Nacional de Estadística en el país hay en sus indicadores de vulnerabilidad casi veinte millones de pobres y siete millones en extrema pobreza.

Solo el trabajo como necesidad social eleva y mejora la calidad de vida de todos los trabajadores colombianos.

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