No existe historia tolimense (III)
Tal vez se crea que el actual modelo financiero es virtuoso e
inmutable y por tanto mentira que réditos o utilidades, empleos, avance
tecnológico, reinversión, inclusión y más atributos que aportaría una operación
financiera gestionada por tolimenses sea decisiva para nuestro progreso. Pero
no siempre se pensó así. Hernán Clavijo (“Formación Histórica de las Élites
Locales en el Tolima”, tomo II), nos recuerda que “en 1882 (hace 140 años)
apareció la más importante sociedad anónima de tipo financiero que se fundó en
tierras del actual Tolima, el Banco de Honda… y que el mayor accionista no fue
ningún empresario extranjero sino un comerciante de Honda, Gregorio Castrillón,
quien compró 20 acciones...”
También en 1882 “se creó el Banco del Tolima, (“Bancos y Banqueros”,
sin mayores datos) con capital autorizado de 200 mil pesos… y que funcionó
hasta 1886, año en que lo absorbió el Banco de Neiva”. No menos valiosa fue la
creación en 1984 de “Corfitolima, Corporación Financiera del Tolima”, que operó
por varios años y luego fue fusionada con la Corporación Financiera Santander.
De otra parte, en las décadas 60 y 70 del siglo pasado y auspiciadas por la
Iglesia y la Alianza para el Progreso, en muchos municipios tolimenses se
instituyeron cooperativas de ahorro y crédito, emulando el modelo Crédit
Unions, que en USA continúa ejerciendo destacado desempeño para beneficio a
pequeños empresarios y clase media.
Después de los 80, algunas cooperativas, es el caso Cooperamos,
ampliaron su perspectiva para crear un modelo financiero adecuado al Tolima que
partía del propósito de reconstruir la identidad histórico-territorial para
construir socialmente la región, es decir, su visión y su misión trascendía el
mero pragmatismo y se erigía como gran plataforma estratégica socio económica
para redimir al Tolima, adaptando modelos que cambiaron otras realidades, ej.:
cooperativas Desjardins, Quebec, Canadá; Reiffeisen, Alemania; Credit Unions,
USA; IMFC Idelcoop, Argentina; historia de Mondragón Corporación Cooperativa,
País Vasco, España.
Las condiciones objetivas para un enfoque financiero-crediticio
tolimense no han cambiado, cambió nuestra lógica, que hoy es ahistórica o
ignora la historia y por ello de tanto “fracaso” no aprendemos, razón que nos
lleva a recular, pero eso sí, convencidos de que avanzamos.
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